DIOS NOS MANDA A AMAR AL PRÓJIMO SIN EXCEPCIÓN.

Dios nos manda a amar al prójimo, no solo a nuestros amigos o familia sino también a aquellos que quizás nos han fallado o que se nos hace difícil brindarle una mano amiga. A continuación las maneras que Dios nos dice en su palabra de como podemos amar a nuestro prójimo.

No le robarás.
No le engañarás ni con obras ni con palabras.
No le oprimirás ni explotarás.
No retendrás hasta el día siguiente el jornal de su trabajo.
No maldecirás al sordo y al ciego no le pondrás tropiezos.
No serás injusto en la sentencia: ni por favorecer al pobre ni por respeto al poderoso.
No calumniarás a tu hermano.
No lo odiarás de corazón.
Llamarás la atención a tu prójimo, para que no cargues con su pecado.
No te vengarás de tus parientes ni guardarás rencor

Si quieres amar al prójimo:

Dale de comer al hambriento; de beber al sediento.
Al que tiene hambre y sed material y al que tiene hambre y sed espiritual.
Hambre y sed de conocimientos, hambre y sed de justicia.
Dale hospedaje al peregrino.
Acogida al que se siente solo: al marginado y al anciano, ala viuda y al huérfano; al hombre sin trabajo y a la mujer abandonada.
Viste al desnudo.
Visita al enfermo.
Ve a ver al preso en la cárcel y preocúpate de su suerte.

Si quieres amar al prójimo:

Recuerda que el amor es paciente, es servicial y sin envidia.
Recuerda que quien ama no quiere aparentar ni hacerse importante ante los demás.
Quien ama no actúa con bajeza ni busca su propio interés.
Recuerda que el amor no se deja llevar por la ira, sino que olvida las ofensas y perdona.
Que el amor todo lo disculpa, que el amor todo lo cree, todo lo espera y todo lo soporta.

Si quieres amar al prójimo:

Trata a los demás como ellos quieren que te traten a ti. Esta es la regla de oro del amor y de las relaciones humanas. Quien la observa, nunca se equivoca.

Si quieres amar al prójimo, repasa en la Biblia:

El Levítico 19, 1 - 18.
Mateo 25, 31 - 46.
1 Corintios 13, 4 – 7.
Lucas 6, 31.