jueves, 9 de agosto de 2012

EL PODER DE LA ACTITUD

Este día queremos motivarlos, hay muchas razones por las cuales gozarnos y ser felices en este mundo donde Dios nos ha puesto, el nos ha puesto aquí con una razón y siempre cree que todo lo que pasa a tu alrededor sucede con un propósito. Te dejamos con la siguiente reflexión:

“Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús”, Fil. 3:13 y 14

1- Nuestra actitud determina nuestro enfoque de la vida: en cierta ocasión dos cubetas conversaban; una de ellas era optimista y la otra pesimista. La pesimista decía, mientras se aproximaba al pozo por agua: “No hay vida tan miserable como la mía. Siempre me alejo del pozo llena, pero regreso a él vacía”. En cambio, la cubeta optimista decía: “Nunca ha habido una vida tan feliz como la mía; siempre vengo al pozo vacía pero me voy de él llena”. Nuestra actitud nos dice lo que esperamos de la vida. En cierta ocasión un abuelo visitó a sus nietos. Por la tarde se acostó a dormir una siesta. Los muchachos le jugaron una broma: pusieron queso Limburger (del que huele muy mal) en su bigote. Cuando el abuelo se despertó empezó a olfatear y dijo: “Este cuarto huele mal”, se levantó y se dirigió a la cocina. Notó que la cocina también olía mal y salió para respirar aire puro. Para su sorpresa, el aire libre también olía mal y dijo: “El mundo entero huele mal”. Cuando nuestras actitudes están equivocadas, el mundo entero nos huele mal. Podemos conservar nuestro trabajo, pero odiarlo; podemos tolerar nuestro matrimonio, pero ser infelices.
2- Nuestra actitud determina nuestra relación con la gente: cuando nuestra actitud coloque a los otros primero y los veamos como algo importante, entonces nuestra perspectiva reflejará una buena actitud (Mat. 7:12).
3- Nuestra actitud marca la diferencia entre el éxito y el fracaso: ambos son causados más por la actitud mental que por las capacidades (Rom. 8:28). En cierta ocasión dos hombres miraban a través de los barrotes de la misma cárcel; uno vio lodo, el otro vio estrellas. ¿Por qué? La actitud puede transformar una experiencia miserable en una experiencia bendecida.
Este día puedes empezar a ver la vida de una manera diferente, sonrie y refleja el amor de Dios a otros, preocupate solamente por cumplir el plan de Dios en tu vida y el se encargara de todo lo demas. Dios te bendiga!


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